Cataluña presiona para prohibir el tabaco en las terrazas
Continúan las presiones en Cataluña para prohibir el tabaco en las terrazas
Es un hecho que, de manera habitual, existen tensiones entre el gobierno de la Comunidad del Madrid y el ejecutivo español. Los mayores enfrentamientos en la actualidad se viven en materia de sanidad, con polémicas y manifestaciones contra la gestión de Isabel Diaz Ayuso.
Sin embargo, en los últimos días estamos asistiendo a un cambio de tendencia, ya que están siendo otros organismos autonómicos los que están poniendo en un brete la gestión del Ministerio de Sanidad, comandado por Carolina Darias.
De siempre se ha entendido que los consejos interterritoriales han velado por sus intereses propios, presionando al gobierno para que ponga en marcha ciertas leyes o anule otras. En este caso, el Consejo de Salud de Cataluña pide a Darias que materialice la ley que llevan ya unos años planificando con respecto a la prohibición de fumar en terrazas.
Cataluña pasa a la acción para lograr “un espacio libre de humos”
Esta ha sido una de las cuestiones más polémicas en materia de sanidad de los últimos tiempos, con el debate sobre si se debe limitar la libertad de los fumadores en el espacio común o si por el contrario se debe preservar el derecho de los no fumadores a encontrarse en un entorno libre de humos.
Según diversas fuentes, el consejero de salud Josep María Argimón está liderando una comitiva para lograr que Carolina Darias active el famoso Plan Antitabaco que se encuentra actualmente parado y sin visos de ser rescatado del abandono.
La forma de hacerlo ha sido simple y, por lo que se ve, bastante efectiva. Se han puesto en marcha una serie de leyes de carácter regional que han sido anunciadas con entusiasmo por parte de la consejería. De esta manera, en Cataluña se ha prohibido el consumo de tabaco en terrazas.
Lo curioso de todo esto no ha sido el contenido de la ley, que se llevaba viendo venir desde hace un tiempo, sino la forma de aplicarla. De manera brusca, sin aviso y con una auto celebración desmedida con el claro objetivo de lograr que el gobierno central extienda esta prohibición a toda España.
Algunas regiones han decidido imitar el ejemplo catalán
Además de este paso firme de la región catalana, otras comunidades próximas a ella como la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares también cuentan con este veto. En su caso, no se ha tratado de una ley nueva, sino que mantienen la medida original que se promovió durante la pandemia para tratar de evitar los contagios.
Gracias a esta nueva tendencia, otras regiones han tomado la misma decisión que Cataluña y apuestan por ir por libre en lo que a prohibir el humo en las terrazas se refiere. Lo que es evidente es que el Plan Nacional del Ministerio cuenta con pocos adeptos y se demuestra en la exaltación de las comunidades a la hora de presionar a Carolina Darias y su equipo.
Lo que las comunidades “rebeldes” critican es la falta de movilidad del Ministerio para tratar de sacar adelante una ley que lleva siendo demandada durante años. Esta ley incluía también la prohibición de fumar en el interior de los coches.
Otras comunidades hacen justo lo contrario
Curiosamente, otras Comunidades Autónomas están recorriendo el camino a la inversa. Mientras que durante la estrategia de contención del Covid-19 se acordó prohibir el tabaco en las terrazas de bares y restaurantes, la Junta de Castilla y León a través de su consejo de gobierno ha decidido dejar esta medida sin efecto.
Por lo tanto, aunque se mantengan algunas normas de ámbito estatal, los castellanoleoneses han vuelto a poder fumar tabaco en las terrazas de los bares sin peligro de ser multados por ello.
¿Cómo afecta esto al negocio de las cachimbas?
De materializarse esta ley antitabaco en el resto de regiones, el sector de las cachimbas también se vería afectado. Y es que la prohibición se extendería también a otros productos de consumo relacionados con el tabaco como pueden ser cigarrillos electrónicos, vapers y, como es lógico, también la shisha.
Numerosos estudios científicos ya han demostrado que equiparar el tabaco consumido a través de un cigarrillo industrial con el de una cachimba es totalmente irrisorio y carece de rigor.
En primer lugar, como el tabaco de la shisha no se quema, sino que simplemente se cocina, y se somete a una temperatura más baja que la de un cigarro normal. Como resultado, estaremos inhalando un aerosol que es cuatro veces menos caliente que el humo del cigarrillo.
Como este aerosol está compuesto principalmente por agua y glicerol y sólo una pequeña cantidad de hojas de tabaco, es menos tóxico en general. En el caso de los cigarrillos industriales, el alquitrán, la nicotina y el monóxido de carbono constituyen aproximadamente el 75% de la mezcla. La distinción es evidente, como se puede comprobar.
Parece que todos estos datos no servirán al Ministerio de Sanidad en caso de que la ley se apruebe finalmente y las terrazas pasarán a ser un espacio libre de humos de cualquier tipo. Solamente queda esperar a ver cómo termina por afectar esto a los diversos negocios de nuestro país.